El tiempo es nuestro asesino.
Asesino de las horas minutos y segundos
que compartimos.
Asesino de guante blanco
que fulmina las horas
en tu regazo...
El tiempo se nos escapa
entre los dedos de
nuestras enlazadas manos.
Devolviéndonos al instante
a la cruda realidad que nos
separa...
¡ Infame asesino de nuestras horas
minutos y segundos !
Torturador cruento de nuestros
besos...
Terrorista sin máscara
que a sangre fria
nos dispara y hace diana
en las entrañas...
Y yo te suplico callada
que te pares
y no paras
Corres cual liebre amenazada
dejando este inmenso amor
impregnado en nuestros cuerpos
y en nuestras almas.
Impregnados de destiempo
de deshoras y de desvarío...
¡ Maldito asesino de nuestras horas minutos y segundos !
¡ Maldito seas TIEMPO!